miércoles, 28 de abril de 2010

viernes, 16 de abril de 2010

miércoles, 14 de abril de 2010

De eso no se habla


Siempre me resultó llamativo el trato que tiene la Cadena Privada de Medios (CPM) a la hora de informar sobre la Iglesia Católica. Entiendo perfectamente el poder de La puta de Babilonia y la influencia que puede tener en los medios. Pero de ahí a que el mensaje que se trasmita no sea cuestionado, puesto en debate o confrontado con otras opiniones es un poco sospechoso. Veamos un ejemplo. Hoy todos los medios están informando sobre las declaraciones del capo de tutti capi de la Iglesia Católica Argentina, Jorge Bergoglio. Y cuando digo todos, quiero decir TODOS (por algo se puede hablar de la CPM). Portales de Internet, canales de noticias, radios se hicieron eco de lo que dijo el cardenal.
Ahora, querido compañero, querida compañera, ¿sabés cuántos hablaron sobre la denuncia de que Bergoglio fue un entregador durante la dictadura? ¿Cuántos pensás: uno, dos? RESPUESTA INCORRECTA. La respuesta es 0. Nadie siquiera comentó la nota de Verbitsky.
Entonces, si Bergoglio es tan importante como para reproducir en cadena sus declaraciones, ¿una denuncia tan grave no es también noticia? ¿Los periodistas de la CPM son censurados o se autocensuran?

jueves, 8 de abril de 2010

Fuerza compañero

Vicegobernador de la provincia de Buenos Aires, Alberto Balestrini.

miércoles, 7 de abril de 2010

Cómo dice, doctor


Con qué criterio se toma a una persona como especialista. ¿Alcanza con ser el presidente de una asociación? Parece que para el doctor Nelson Castro basta con que uno se ponga el título de presidente (mientras no lo acompañe el apellido Kirchner) como para hablar de cualquier cosa. Y es así como esta mañana habló con el benemérito Claudio Izaguirre sobre los supuestos efectos de la decisión de la Corte Suprema de no tratar penalmente al consumidor de marihuana. Para Izaguirre, que tiene una barra de amigos re copada, la posición del Tribunal supremo tuvo como consecuencia que quienes tiene un hijo que consume "al ver dañada la integridad física de sus hijos salen a hacer justicia por mano propia". ¿Se entiende lo que denuncia? Que un fallo que no crea jurisprudencia (es sólo una dirección que los jueces de instancias inferiores pueden o no seguir) y que aún no fue totalmente asimilado por los magistrados de todo el país ya lleva a que los padres maten ¿a los dealers? que no fueron desvinculados penalmente con este fallo ya que corre sólo para los consumidores. Un delirio de un tipo que más que su AARA debería estar en la AA.

PD: La palabra "República" está claro que se lo agregaron para caretearla, ¿no?
PD2: Si lo de la página de la Asociación Antidrogas son dos Cóndor, me cierra todo. ¿Qué me dice usted, doctor Castro?

martes, 6 de abril de 2010

Ranking de inteligencia


IMPRESIONANTE: Logramos colocar un digno representante argentino entre los 3 primeros puestos de un ranking de inteligencia con capacidades especiales. El autor de un libro de verano, que se lee tan rápido como se olvida, titulado El dueño, quedó tercero y detrás de los imbatibles Patricio Estrella y Homero Simpson aunque logró superar el intelecto de Joey Tribbiani.
Un aporte decisivo para que el jurado se pronuncie a su favor fue la revelación reciente sobre quién será el próximo presidente de la Argentina.
En su su columna de ayer (cuya lectura debería ser obligatoria) en el diario efedrinero color salmón, el gran Luisito no se anduvo con vueltas y bajo un título que habrá impactado a más de uno (Quién será el próximo presidente) nos tira la posta a sus lectores:

"El próximo presidente de los argentinos será quien sea percibido por la mayoría de la sociedad como el más antikirchnerista"

¡Grande, Luis! Vos sí que la tenés clara. Por eso te persigue el poder. Seguí tirando tus primicias así algún día te veremos primero en el ranking.

viernes, 2 de abril de 2010

Malvinas


-“Lombardo, le habla Anaya. ¿Puede venir al Casino de Oficiales?”
Sí, claro que podía. El vicealmirante Juan José Lombardo había asumido, pocos minutos antes de la llamada de su superior, el caro de comandante de Operaciones Navales, posición burocrática en tiempos de paz, pero clave en situación de guerra. Desde las horas de tensión y vísperas de 1978 –cuando la Argentina orilló un enfrentamiento bélico con Chile por el conflicto en el canal de Beagle-, la guerra había vuelto a ser lo que siempre fue para las fuerzas armadas argentinas del siglo XX: apenas una hipótesis de trabajo recreada en la fantasía íntima de los estados mayores. Pero nada de esto preocupaba a Lombardo aquel 15 de diciembre de 1981: en la peculiar ecuación interna de poder de la Armada, el Comando de Operaciones Navales era un paso seguro e importante en el camino desembocado en el vértice superior de la pirámide, la titularidad de la fuerza.
Aunque el oficial no lo sabía cuando recibió la convocatoria del almirante Jorge Isaac Anaya, ese día su historia personal cambió junto a la de todo el país. Para Lombardo fue un día especial que no olvidaría jamás. La gran mayoría de los argentinos, en cambio, vivió aquella jornada como una más. Con absoluta indiferencia asistieron a la asistieron a la consumación de la intriga palaciega que tumbó a otro presidente de la Nación al que, después de todo, tampoco habían elegido. El teniente general Roberto Eduardo Viola, un militar que labró pacientemente durante 10 años para llegar a la Casa Rosada, no pudo siquiera tomarle el gusto al poder. Su fugaz gestión duró apenas nueve meses. El reemplazante era Leopoldo Fortunato Galtieri, comandante en jefe del Ejército, cargo al que había accedido gracias a la “muñeca” de Viola para manejar la “interna militar”. La historia argentina está plagada de estas paradojas: Viola se descubrió así como víctima del hombre al que había escogido como heredero, privilegiándolo por encima de algunos otros candidatos, por considerarlo el menos peligroso de todos para su proyecto. […]
Lombardo se apresuró a responder a la convocatoria de su comandante pensando que recibiría de éste órdenes para el alistamiento de la Flota de Mar u otras operaciones que debían desarrollarse durante el denominado “Año Naval”. Quizás escuchara también alguna referencia de Anaya al proceso político, pero esto era poco probable porque el hombre que ocupaba la jerarquía máxima era escasamente comunicativo.
Saludó e intentó introducir un tema, pero el rostro pétreo, inexpresivo de Anaya lo detuvo.
-“Vea, Lobardo”, dijo el comandante como único prólogo, “lo que le voy a decir es absolutamente reservado. Estrictamente confidencial. ¿Me entiende?” […] “Le ordeno”, dijo Anaya apelando a una fórmula que no dejaba margen de error en cuanto a lo formal de la ocasión, “que prepare un plan de desembarco argentino en las Islas Malvinas. Usted debe ser el primero en el país que se entera de esto. Sería conveniente, entonces, que el equipo que escoja para colaborar en el planeamiento mantenga la boca cerrada. El secreto es prioritario. ¿Me entiende?”, insistió con su gusto por la recurrencia. […]
-“Señor”, dijo formal Lombardo, “¿van a intervenir las tres fuerzas en el operativo o solo van a cumplirlo efectivos nuestros?”.
-“Será una acción de las Fuerzas Armadas”, replicó Anaya. […]
-“Almirante, ¿qué va a pasar después de tomar las islas?”, inquirió.
-“Usted no se preocupe por eso, porque no le compete”, fue la tajante contestación. “Limítese a elaborar el plan para tomar las islas; el resto viene después.”
Este es un extracto del libro Malvinas, la trama secreta escrito en 1983 por Oscar Raúl Cardoso, Ricardo Kirschbaum y Eduardo Van Der Kooy (cuando dos de ellos todavía se dedicaban al periodismo).

jueves, 1 de abril de 2010

Dime quién te lee...


¿Nunca tuviste un compañero de laburo que ante un reclamo colectivo se plante y diga: "A mi me pagan para trabajar"? Generalmente, es un tipo excluido (por no decir odiado) por sus compañeros. Es el tipo que cree que "hay que agradecer" el laburo. Es de las personas que toman un vínculo laboral como subordinación.
-"Si, señor". "Faltaba más, señor".
El que reclama es piquetero y si la patronal da un aumento, está muy bien no importa el número.
-"¿3%? Bueno, es más de lo que esperaba".
Lo de Crítica habla tanto de los lectores como del mismo diario. Y no me quiero detener a hablar de la importancia del Bicentenario, pavada de ocasión en la historia de un país. Sino que, como laburante, uno se rompe la mayor parte del año y sacando fines de semana y vacaciones sólo tenemos una docena de días más para descansar. Entonces puedo llegar a algunas conclusiones: o en la encuesta de Crítica vota la patronal o lo hacen estos poco queribles personajes de los que hablaba al principio del post. O ambos.
Seguro que estos chambones nunca cantaron la marcha.